martes, 31 de marzo de 2009

Silencio

Silencio

El silencio se hizo realidad, la espera fue satisfactoria. En la tranquilidad de la noche me he dado cuenta de que es el silencio nuestro estado primigenio del ser. Antes de nacer seguramente todo era silencio, el silencio nos abrazaba y nos embargaba. No era la nada, era el silencio. La muerte es también silencio, el silencio se hace en tu vida, pasan imágenes de tu vida en silencio ante ti y en silencio contemplas al amor silencioso de Dios que te abraza y te acoge. No dices nada, no necesitas nada, lo tienes todo, estas a gusto y estas lleno y completo.

Cuando dos personas están a gusto, el silencio es nuestra compañera más fiel. No existe la incomodidad, no existe malestar, no existe nada, ni hay nada que rechistar.
En el silencio te das cuenta de lo que te falta, de lo que añoras, pero también te das cuenta de lo que tienes y estas a gusto con ello.
En el silencio reflexionas, en el silencio rezas y hablas con Dios, incluso en el silencio inventas amigos imaginarios que aparecen luego en carne y huesos ante ti.
Después de buscar, indagar, conocer, el silencio hace su aparición. Estoy a gusto con Él y Él a gusto conmigo. No quiero más, no necesito más. Estoy a gusto, muy a gusto con Él y es tanto, y es tan claro su sabor, que me quiero dormir con su gusto y con su sabor, su olor… Hacia tiempo que no me pasaba, pero este silencio me hace disfrutar, me hace recordar mi origen primigenio.. Quiero silencio y ahora voy a dormir en silencio.

Gracias silencio!!!

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